miércoles, 26 de mayo de 2010

Por fin me comunico contigo…Las TIC´s en acción social. Mayo 2010


Para muchos de nosotros las redes sociales como facebook y twitter sólo eran herramientas de entretención, sin embargo después del terremoto se transformaron en efectivos medios para canalizar búsquedas, ayudas, sentimientos y recursos, brindando una oportunidad única para compartir y reforzar valores.

Hace tiempo venimos escuchando de herramientas como Facebook, Twitter y Youtube. Redes sociales que se han puesto de moda incentivando a que muchas personas pasen horas frente al computador subiendo fotos, conversando con amigos, revisando dónde pasa sus vacaciones un compañero de trabajo o qué fue de amigo de la infancia.

Hasta hace unos días, para la gran mayoría de nosotros su utilidad se reducía a una simple forma de entretención. Incluso para algunos padres, más que una herramienta era un tema de conflicto con sus hijos, por el tiempo y la energía que le dedicaban. Sin embargo, luego de los acontecimientos vividos el pasado 27 de febrero, supimos su real potencial y el poderoso impacto social que podía llegar a tener.

El terremoto y posterior tsunami despertó los miedos y las preocupaciones en nuestras mentes, saber de nuestros seres queridos era la prioridad e intentamos con escaso éxito hacerlo a través de las vías tradicionales: teléfonos fijos o celulares.

Cuando recuperamos la luz y logramos por fin “conectarnos” a internet, logramos establecer una comunicación más fácil y rápida. Revisamos las herramientas sociales que más utilizamos a diario y sorpresivamente evidenciamos que otros también habían recurrido a este tipo de comunicación, logrando unirnos en múltiples diálogos con algún amigo o familiar, que ya habían comenzado a escribir.

Las herramientas de “entretención y ocio” se establecían ahora como medios de comunicación efectivos para encontrar a personas desaparecidas, para obtener recursos en zonas más necesitadas, para coordinar grupos de ayuda, para demandar servicios básicos, para que las autoridades informaran a la población y finalmente para que miles de chilenos pudieran desahogar sus penas, describir sus vivencias y canalizar su espíritu solidario.

Sin lugar a dudas, estas tecnologías brindaron una oportunidad única para compartir y reforzar valores de convivencia, los que se evidenciaron a través de la formación de grupos de ayuda, de la incondicional disposición de muchos para dar una mano a compatriotas desconocidos y de los miles de mensajes de aliento, cariño y fuerza, que poblaron las páginas de Facebook, Twitter y Youtube.

También hemos sido espectadores de antivalores como la desunión y el actuar en forma individual y no colectiva a favor de los miembros de la comunidad, lo que nos hace preguntarnos: ¿qué ha pasado con los valores?, ¿cómo es posible atacar a quién nos está ayudando?.

Todos estos aspectos, buenos y malos, deben despertarnos para reflexionar en términos ciudadanos sobre nuestras fortalezas y debilidades como país, reconocerlas para reconstruir una comunidad que aprenda a convivir en la adversidad.

Es por ello la necesidad de que existan espacios, ya sean presenciales o virtuales, que provoquen una toma de conciencia de quiénes somos y cómo vivimos en sociedad; asimismo se deben activar las medidas necesarias para lograr una sociedad preparada y unida, que logre enfrentar cualquier obstáculo o dificultad, comenzando con una primera acción: Aprender a Convivir en las buenas y en las malas.

¡Por fin me comunico contigo y por fin comparto mi sentir!
.


Millaray Martínez G.
Magíster en Informática Educativa
Profesora de Matemáticas y Computación .


Tomado desde el Portal:


No hay comentarios:

Publicar un comentario