lunes, 12 de marzo de 2012

VITAMINAS PARA UN NUEVO DÍA LICEANO.TICS PARA TRABAJAR EN AULA


TIEMPO PARA CALLAR











Una de las características del mundo actual, (a causa del vertiginosocrecimiento de la tecnología), es el aumento del nivel sonoro ambiental. La contaminación acústica trae efectos nocivos para nuestra salud, y además deentorpecer la comunicación, tristemente dificulta que nos percatemos de lo sutil,de los sonidos más débiles y suaves. Nuestro cerebro tiende aacostumbrarse a ciertos ruidos y aunquenuestros oídos si escuchan, los obviamos, y no les prestamos atención.
Hay quienes viven "enchufados" a sus aparatos reproductores de música, y otrosque por costumbre prendemos la radio o la televisión, (aún sin ponerleatención), como buscando compañía o tal vez para evadir ese"estruendoso-silencio" que nos hace encontrarnos con nosotros mismos y sobretodo con Dios.
"Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios". Sal. 46:10

¡Cómo nos cuesta quedarnos tranquilos, parar todas nuestras actividades, dejarde correr, desconectarnos de todo, quedarnos callados y conocer a Dios! Por logeneral lo buscamos en el "ruido", entiéndase en algún culto, seminario,concierto, etc. y no está nada mal que lo hagamos, sin embargo Dios no sóloestá en los vientos recios o terremotos. Él busca estar a solas con nosotros,en intimidad, hablarnos en voz bajita, con suaves murmullos, en lugares calmos,más bien solitarios, sin distracciones, para que podamos concentrarnos en él yescuchar su voz.

"Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura". Os. 2:14

Dios quiere revelarnos su plan en lo secreto, quiere darnos una visión,entregarnos una palabra fresca que nos aliente, nos conforte y renueve nuestrasfuerzas para seguir adelante, para esperar y confiar. Para lograrlo, necesitamoslibrarnos de ruidos contaminantes que perturban y distraen o nos ayudan aevadirnos, sólo así podemos enfrentarnos a Dios y darnos cuenta de aquellas cosas que debemos cambiar.
Debemos entender que no se trata de nosotros, sino de él, es por eso que noslleva a un lugar apartado de todo y silencioso, a un desierto llamado soledad,pero no con el propósito de hacernos sentir miserables, para escondernos o huirde la realidad. Él usa los desiertos porque sabe que ahí, en la intimidad,oiremos lo que en realidad nos quiere decir y nos interesaremos lo suficientecomo para escucharlo y no dejarnos llevar por el ruido que los demás estánhaciendo (Jer.23:18). Después podemos volver a la rutina diaria con lasinstrucciones precisas para ponerlas en práctica en nuestra vida.

De hoy en adelante busquemos tiempo para callarnos. No evitemos el silencio y veamos la soledad como una oportunidad única para buscar estar a solas con Dios y escuchar su tierna voz hablándonos por medio de su Espíritu Santo.

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