lunes, 7 de junio de 2010

ESCUELA DE PADRES. DESARROLLO EMOCIONAL. Material Para el Profesor(a) Jefe.


Sentirnos más tranquilos, con más energía y retomar las actividades de cada uno, es sin duda un desafío para muchas familias chilenas. Aquí algunas buenas ideas para lograrlo.

Por Claudia Romagnoli.

Es esperable y normal que luego del terremoto niños y adultos presenten algunos problemas y síntomas de angustia. Algunos se pueden quejar de mareos, dolor de cabeza, malestar físico general, también pueden tener dificultades para manejar sus emociones, por lo que anden más irritables, sientan temores desproporcionados, dificultades para quedarse dormidos, pesadillas, etcétera.

Estos problemas son normales y ocurren cuando suceden crisis como la del terremoto. Lo importante es que deberán ir disminuyendo, para que luego de aproximadamente 1 ó 2 meses estén de retirada y la persona vuelva a sentirse como antes.

Volver a la “normalidad”, sentirnos más tranquilos, con más energía y retomar nuestras actividades, es sin duda un desafío para muchas familias chilenas. Algunas buenas ideas para lograrlo son:

DAR CONTENCIÓN EMOCIONAL Y BUSCAR ESPACIOS PARA CONVERSAR

Disponer de algunos momentos en el día para conversar y escuchar a cada hijo/a por separado, sin interrumpirlo, mirándolo a los ojos, preguntándole cómo se ha sentido en la casa y en el colegio. Decirle que lo cuidarán y que todo lo que le sucede es normal por lo que vivió y que pronto pasará, le ayudará a mejorar más pronto.

La hora de dormir puede ser un muy buen momento para compartir, contar algunas experiencias del día, hablar sobre algunos problemas. Cuando las luces están apagadas, las barreras tienden a desaparecer. Es más fácil así hablar con el lenguaje del afecto.

HACER ACTIVIDADES CON LOS HIJOS

Si la familia es un lugar entretenido y afectuoso para un niño, se convierte en un factor protector en el futuro. Estudios muestran que algunos de los principales factores que inciden en la capacidad de la familia para proteger a sus hijos de potenciales riesgos sociales (abuso de alcohol, drogas, influencias negativas, etc.) estarían determinados por la calidad de las relaciones que se dan al interior del grupo familiar. Se han señalado como algunos factores protectores de la familia el que haya: cariño y calidez, comunicación abierta y clara, normas y límites claros de conductas, humor y padres que comparten gustos, diversiones y tiempo con sus hijos e hijas.

Jugar, entretenerse y hacer actividades todos juntos ayuda a la familia a sentirse más unida y feliz, y a superar los malos momentos vividos producto del terremoto. Los niños crecen mejor y más sanos cuando se sienten parte de una familia que dedica un tiempo a jugar, a divertirse, a realizar alguna actividad diferente. Dedicar media hora al día, día por medio, o dos veces a la semana, puede sonar muy poco, pero en realidad se convierte en un muy buen espacio para acercar a padres e hijos en una actividad común.

ALGUNAS IDEAS DE ACTIVIDADES PARA LA FAMILIA

Jueguen algún juego de salón: el fin de semana en la tarde pueden jugar al Bingo, a las cartas, etc. con algunos dulces de premio o una rica once para compartir.

Salgan afuera a caminar un rato juntos: salir a dar una vuelta a la manzana o pasear un rato por una plaza cercana acerca a la familia y hace sentir muy felices especialmente a los más chicos.
Acompañen a sus hijos o hijas a andar un rato en patines, triciclo, bicicleta o monopatín. La calle suele no ser un lugar muy seguro, pero acompañados puede ser un lugar para disfrutar y recrearse.

Hagan un picnic en el patio a la hora del té. Lleven la leche, pan tostado, algunas galletas y disfruten la once al aire libre.

¡Todos a jugar! Jueguen a las paletas, ping o pong o tenis con las manos y una pelota mediana.
Cocinen algo rico juntos: unos huevos a la copa, un queque, unas galletas, un postre de helado y frutas, unas tostadas con mermelada, etc. Lo importante es que todos cooperen en algo y luego disfruten comiéndolo juntos.
Juego de disfraces. Ayuden a sus hijos a buscar algunos disfraces que ellos tengan o algunas ropas que ya no se usen en la casa, para que jueguen un rato a los disfraces. Pueden jugar a disfrazarse y mostrar su producción, para volver a inventar nuevos disfraces.
Máscaras divertidas. Con cartulina, lápices, elástico o pita, y unas tijeras, ayuda o estimula a tus hijos a crear algunas máscaras divertidas.
Pinten algo juntos: tomen lápices de colores, hojas de papel, y dibujen juntos algo entretenido.
Un cuento entretenido. Invita a tus hijos a acomodarse en un sofá o tenderse en el pasto, y cuéntales un cuento. Puedes inventarlo o sacarlo de algunos de los libros de la casa.
El juego de las cosquillas. Invita a tus hijos a tenderse en un sofá o en una cama, y una vez con los ojos cerrados, hazles unas cosquillas cariñosas en distintas partes del cuerpo. La ideas es que sea divertido y no atemorizante.
Los títeres se divierten. Invita a tus hijos a elegir uno o más títeres, juguetes, muñecos o peluches, para que inventen una historia animada. Pueden hacer el escenario detrás de un sofá, para que no se les vea el cuerpo mientras mueven sus entretenidas marionetas. Después del show, invítalos a tomar un jugo a la cocina.
¡Qué peinado más loco! Recolecten peinetas, cepillos, cintillos, pañuelos, elásticos para el pelo, tubos para cachirulos, etc., y creen la peluquería más loca del barrio.
Un dibujo a los abuelos. Reúnan lápices de colores y hojas para pintar, y manos a la obra. Un lindo dibujo para los abuelos que pueden llevarles de regalo la próxima vez que los vayan a visitar.
Ejercicios para mantenernos en forma. Busquen alguna colchoneta, colchón o frazadas y pónganlas sobre el suelo. Cada uno puede sugerir algún ejercicio que conozca para ayudar al cuerpo a estar más flexible y en mejor forma.
El tesoro escondido. Nada más entretenido para los niños que buscar cosas escondidas. Puede ser cualquier juguete de la casa o algo rico para comer. Lo importante es que después del juego se junte todo lo encontrado y se reparta entre los jugadores, así todos se entretienen y disfrutan.
Hagan juntos una Libreta de Chistes de la Familia: Cada uno recuerde algún chiste y cuéntelo, busquen en algún libro de chistes si es que tienen, y seleccionen varios para anotarlos en la libreta de chistes de la familia.
¡A Bailar! Pongan música y bailen alguna canción. ¡Cada uno se mueve como quiere y puede!
Pongamos más bonita nuestra casa. Elijan entre todos alguna pieza de la casa que quieran que esté más bonita, más entretenida o acogedora. Conversen de qué maneras se les ocurre hacerle más bonita y manos a la obra. Otro día pueden seguir con otras
piezas.


Tomado de el Portal:


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